sábado, 11 de octubre de 2014

Canción viajera, de Lienzo del aire

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos al Oriente
del loto y la pagoda,
del dragón y el volcán,
del río y su corriente,
del elefante en paz?.

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos al desierto
y al valle más fértil,
velo o al alminar
y al papiro y al eco
frontal, piramidal?.

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos a la selva,
a la cascada, al niño
y a la niña sin pan
para besar la tierra
y hacer y pensar?.

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos a otro sur,
al altiplano, al templo
de escaleras, al haz
de lianas, a la cruz
de un viejo cafetal?.

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos a las piedras
y oráculos y al arte
próximo y secular,
y a bloques que se elevan
tras el océano, allá?.

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos a las mezclas
de islas, al canguro,
a la guirnalda, al mar
en un barco sin guerra
con los peces detrás?.

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos a la extensa
masa de los dos Polos,
al pingüino, a espiar
al oso, a la belleza
que un día llegará..

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.

¿Iremos de viaje
al espacio infinito,
sin naves, por hallar
el sentido del baile
de un astro, por mirar?.

Caminarán los álamos
de nuestra lealtad.




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