Para bañar las pústulas el río vuela oscuro,
para tocar la carne o el corazón anclado,
para abrazar las ropas del tumulto, expresado
en los labios que beben agua del río duro.
Para llevar dormidos animales, maduro
pájaro de dolor y afecto levantado
por el deseo hondo de vivir, anegado
el tiempo entre la arena, el río se hace puro.
Para quemar las naves de piel es río es llama,
para encontrar el mar el río es un camino,
para mirar al cielo su corriente se inflama.
Y la inmortalidad desbarata al destino
de los pobres , y luego sonrìe, fluye, clama
el río y soplan brisas con un grito divino.
Precioso soneto. Es una pasada.
ResponderEliminar