Si nunca hubiera hallado
la transparencia ingrávida en la palma
junto al viento salado,
no habría mar en calma
o a veces erizada, no habría alma.
Pero yo fui raptada
por ti, mi mensajero, y ascendía
a tu voz perfumada
y tu voz pretendía
que yo me enamorara cada día.
No te fueron ingratos
todos los resplandores de mis ojos.
Desde tus ojos gratos
me colmaste de antojos,
creaste más luceros en mis ojos.
Luego vino despacio
la vida que nos hizo compañeros
y siendo tú el espacio
y yo tiempos sinceros
recorrimos los besos verdaderos.
Por esta libertad
no cambio ni mis sombras ni mis luces,
no existe soledad,
basta con que tú cruces
por mi amor, donde como un dios reluces.
Por ser bueno te quiero,
como lo son el agua, el pan, las flores.
Por ser bueno te quiero,
como lo son amores,
por ser aire y borrarme los dolores.
Si nunca hubiera hallado
esta Tierra donde tú me has inscrito,
tu corazón alado,
mi corazón escrito,
mi alma te llamara con un grito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario