Ebrios árboles cerraron
el beso, espacio redondo,
con un broche de manzanas.
Estrellas de jade había,
secreto y firme su pozo,
abriendo noche y mañana.
Y por las cuerdas vocales
el beso inspiraba gozo
en convergentes gargantas.
Aire, pon aquel tesoro
en las calles donde odios
embisten con sus espadas.
Aves, sellos de los besos
más sencillos y de todos,
me querréis ya brava y mansa.
Por un beso han sido corzos
mis lágrimas y es un coro
de energías mi mirada.
Deseo: acto de esparto,
hálito y tea y esbozo
del misterio, sierpe sabia.
Beso de piel en los poros
de juventud siento, loto
en los pómulos, mi ara.
Gracia completa del beso,
inteligencia, yo nombro
un beso que me nombraba.
Aire, pon aquel tesoro
de silencios en un trono
de ébano o nube blanca.
Aves, besad cualquier beso.
Mi primer beso es acopio
de la sed multiplicada.
Nadie vive sin sus besos,
que son plurales. Yo tomo
mi ramillete, esperanzas.
Precioso. Me encanta el ritmo que le pones de octosílabos, le da mucha ligereza, y a la vez tiene mucha profundidad.
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