martes, 4 de febrero de 2014

EL POEMA MÁS HERMOSO


Algún día escribirás el poema más hermoso.

Algún día, no muy lejos, verás la cáscara amarga, olvidada,
pasto del silencio, yerma y sin retorno,
de lo que fuiste, de lo que creiste ser,
o de lo que quisieron que fueras,
como una vieja corteza sobre la que crece el musgo
ignorante del sentido que esa corteza tuvo.
.
Algún día las palabras serán las tuyas, tu mirada verá lo cierto, 
tu nombre será tu nombre,
lejos de lo que te obliga o de lo que se cierne,
sin nada que cobrar y nada que deber.
Tu nombre sólo será tu nombre,
no tendrá otro acento en otros labios,
no será algo que se espera o algo que se demanda.

Algún día no hará falta rima, ni cadencia,
ni ritmo al que adaptarse, ni métrica que respetar.
Sólo tu piel al viento como las hojas de un árbol,
que nada al viento piden y nada le entregan
más que el juego de delicia de su propio contacto,
y tu mirada tranquila, serena ante el espejo
que no devolverá sino tu rostro, y será suficiente.

Algún día las mañanas sólo serán mañanas,
el simple sol naciente acariciando los campos,
pintando los edificios y dorando las nubes,
promesa de un aire nuevo que no corte el aliento,
promesa de mediodías y de atardeceres,
y de la noche siguiente y de un nuevo día,
de una nueva mañana sin pena y sin miedo.

Algún día, no muy lejos, la voz será tuya
para escribir el poema más hermoso.

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